Proteger la barrera cutánea
La piel es nuestra funda protectora y tiene dos funciones. Por un lado, evita que penetren desde el exterior sustancias extrañas y microorganismos y por otro lado, evita que perdamos demasiada agua.
Definición de barrera cutánea
La forma más fácil de acercarse a la barrera cutánea es mediante una comparación. Podemos imaginar la capa superior de piel como una pared de ladrillos. Los cálculos son células córneas y el cemento forma una doble capa lipídica formada por ceramidas, colesterol y ácidos grasos de cadena larga. Las ceramidas constituyen la parte principal de esta capa con un 60%.
La capa córneas se forma de células muertas de la piel. Entre estas células córneas hay una mezcla grasosa que mantiene unidas las células de la piel y evita que entren cuerpos extraños, además de evitar que el agua se escape.
¿Cómo está constituida la barrera cutánea?
Su estructura anatómica está formada por la epidermis; la dermis, además de los vasos sanguíneos, linfáticos, filetes nerviosos, diversas células con funciones inmunológicas, glándulas sudoríparas, folículos pilosos junto a glándulas sebáceas y receptores sensoriales.
¿Cuál es la función barrera de la piel?
La piel es una envoltura protectora que aísla y protege nuestro cuerpo, y al mismo tiempo, permite que se relacione con el mundo externo. La epidermis, la capa más superficial de la piel, es la que desarrolla principalmente esta función defensiva y por eso hablamos de «barrera epidérmica».
Fortalecer y restaurar la barrera cutánea con ceramidas y ácidos grasos naturales
Lo mejor para la barrera cutánea es si la composición para el cuidado de la piel imita nuestra barrera cutánea. Esto se refiere a las concentraciones de grasas y humectantes, pero sobre todo a componentes de la barrera cutánea, como las ceramidas.
La manteca de karité proporciona grasas naturales en concentraciones casi parecidas a la piel.
Otra fuente de grasas para la barrera cutánea es el aceite puro, que se tolera muy bien. Esto le permite construir la barrera cutánea y la piel se mantiene sana gracias a una barrera cutánea intacta.
Se debe evitar los aceites y emulsionantes artificiales
El objetivo de un buen cuidado de la piel debe ser mantener y fortalecer la barrera cutánea a largo plazo.
Es importante tener en cuenta que los emulsionantes artificiales, los aceites minerales y las siliconas no ayudan.
Los emulsionantes pueden disolver las capas de grasa natural. Durante el siguiente lavado, las grasas se mezclan con el agua debido a los emulsionantes y literalmente se eliminan por lavado. Este es el llamado ” efecto de lavado “. El resultado puede ser una barrera cutánea dañada.
Los aceites minerales forman una película que crea brevemente una sensación agradable en la piel. Sin embargo, son extraños para la piel y no se integran en las estructuras naturales. Esto puede dañar nuestra barrera cutánea a largo plazo.
